Hace muchos pero que muchos años, de hecho tenemos que remontarnos décadas, siglo y hasta milenio, aterrizó un nuevo profesor en el "colegio nacional" donde quien escribe estudiaba. No era ni muy alto ni muy bajo, más bien recio, moreno y con poblado bigote. Destacaba por su juventud, dentro de un claustro envejecido, de forma que pronto generó expectativas entre quienes formábamos el grupo de octavo curso de la ya desaparecida E.G.B., máxime cuando supimos que, siendo físico de formación, lógicamente le correspondió impartir las asignaturas de... gimnasia, francés e historia.
No recuerdo mucho de las dos primeras, más allá de alguna que otra anécdota intrascendente, pero sí de su forma de interesarnos por la tercera pues sin contar con muchos medios, intentaba que nos introdujésemos en el pasado para entenderlo. Podría hablar de la lectura de pasajes de libros, como por ejemplo "Sin novedad en el frente" de Erich Maria Remarque, que nos acercó a la cruda realidad de lo que supone una guerra, pero la experiencia más educativa resultó un "sencillo" ejercicio de publicar un ejemplar de periódico de comienzos del siglo XX que nos permitió aprender saliendo de la escuela, pisar una hemeroteca, contactar con adultos, buscarnos la vida para conseguir soporte a un periódico convencional, que nos obligó a organizarnos, a formar equipo, a planificar, a seleccionar, analizar... vamos a pensar mientras trabajábamos y a trabajar pensando.
Y como me tocó en el sorteo, todavía conservo aquellas páginas de lo que los autores convenimos en titular el "Mensual Valenciano" que informaba del desarrollo de operaciones de la Gran Guerra (ahora que se cumple el centenario de su comienzo), del precio de los productos, de los conflictos laborales y también de los divertimentos de la época, con sus anuncios y todo.
Así que quizás sin demasiado soporte teórico y con toda probabilidad sin mucha experiencia, pero con muchas ganas de hacer cosas diferentes y de empatizar con aquellos tus alumnos, que sepas que hiciste un gran trabajo por el que todavía te estoy agradecido, Octavio.
PD: lamento no poder incluir la foto del periódico por no tenerlo a mano
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